Clítoris jijiji
Después de ayer he decidido que no seguiré estudiando tranquila si no hablo de esto.
Ayer, delante de mis amigos, dije abiertamente que, respecto a mis gustos sexuales, no me cierro a nada. Y esto es así porque sólo entre un 5 y un 10% de la población es estrictamente heterosexual u homosexual. Y visto, reconocido y aceptado que alguna vez me ha atraído alguna mujer, puedo considerarme del otro %, en el que la bisexualidad va de menor a mayor grado, aunque en esa escala siempre hay un sexo por el que se tiene preferencia.
Más allá de datos e informes, mejor para mí. El placer se duplica y las posibilidades de encontrar pareja también, pues no solo te cierras a un sexo en exclusivo. Básicamente lo que opino es que en el momento en que me sienta atraída por una chica no me lo tengo que tomar a pecho ni considerarlo algo raro ni nada fuera de lo normal porque, en realidad, es mucho más normal que ser 100% heterosexual u homosexual, y cuanto antes lo aceptes, mejor. Estoy abierta a todas las posibilidades, sólo eso.
Pero llegar a un estado en el que digas "bien, me gusta una mujer" y no sentirte rara, y no sentir que por decirlo eres más tonta o desviada, es un largo y difícil camino. Tienes que superar vergüenzas, tabúes y opiniones de gente que va a a empezar a pensar "ostras es verdad, el otro día pasó una chica por ahí y ella dijo 'mira que chica más guapa', seguro que le puso". Si, seguro que ahora es bajar a la calle y voy a estar todo el día cachonda, rodeada de hombres y mujeres.
Sin ir más lejos, las reacciones de ayer fueron grititos, miradas fijas clavadas en mi intentando asimilar lo que decía, comparaciones con una profesora lesbiana y ecofriendly que tuve y alusiones a mis fotos de Instagram, las que subí que ponían "apaga la tele, enciende tu clítoris" o "mujer, conócete: mastúrbate".
Había gente que se extrañaba de que subiera esas cosas, y lo relacionaban con lo que acababa de decir. Puede que al reconocer que pueda que algún día me guste una tía me de derecho a subir fotos de temas sexuales, of course. Error, no confundamos mi orientación sexual con los mensajes que lanzo de vez en cuando.
Se que no he sido ni soy la única a la que le ha pasado esto y es más fácil encontrar testimonios en Internet que en la vida real, pero me gusta hablar de estos temas de forma abierta y sin tapujos (pero de forma normal, nada de ser bastos) por si alguien se siente raro, sea de la manera que sea con su sexualidad género, que sepa que no tiene nada de raro.
Si no somos nosotros mismos en la medida en que podemos, no estamos siendo un poco hipócritas, ya no con el resto, sino con nosotros?
No pienso para nada que mis amigos me vayan a querer más o menos por lo que dije ayer, ni muchísimo menos me voy a enfadar por las reacciones (un poco tontas eso sí) de ayer. Porque en el fondo, los entiendo. La heteronormatividad es lo que manda.
¿Y que es la heteronormatividad (o heterosexualidad obligatoria)? Es el modelo de relación sexoafectiva más aceptado, más común, más normal. Básicamente, es lo que encaja. Eres mujer y estás buena y no vistes de leñadora: eres heterosexual. Eres hombre y estás bueno y no vistes exageradamente bien: eres heterosexual. Y no te salgas de ahí.
Bien, pues yo no encajo. Entre otras cosas porque se que no soy lesbiana pero también se que no soy 100% heterosexual. ¿Y qué soy? Bueno, pues más bien quién, para empezar soy Laura y soy normal (que no mediocre). Y ya está, más allá de quien me guste o me deje de gustar sigo siendo la misma. Lo que sí que me parece absurdo en la sociedad de hoy en día es ir dando a la gente explicaciones sobre tu orientación sexual. Es como si tuvieras los ojos azules y tuvieras que saberte todos los procesos genéticos por los que ha pasado tu cuerpo para llegar a tener ese color de ojos. Estúpido.
Mis recomendaciones para todas aquellas mentes cerraditas en el sexo de estos tiempos son básicamente dos medicinas: leer y ver cine sobre sexo. El simple hecho de ver que hay cosas más allá de meter un pene en una vagina te hacen ver el tema de otra manera.
Tener curiosidad y fomentarla es fundamental para que la gente se informe y se interese por lo que pasa en sus camas y en sus cuerpos. Ver que no todo es bonito, que hay problemas con el sexo y con prácticas sexuales, su evolución y aceptación a lo largo de la historia y sus sociedades y todos los temas que se derivan de este es añadir más cultura general a tu vida y sólo tiene aspectos positivos.
Os recomiendo leer algo de Freud, la película (o el documental, que también está chulo) sobre el informe Kinsey y algo sobre la teoría Queer para empezar. Ah, y dos blogs maravillosos:
BlogEros y yofollécontigo.com. Y masturbaros, claro ;)
Ayer, delante de mis amigos, dije abiertamente que, respecto a mis gustos sexuales, no me cierro a nada. Y esto es así porque sólo entre un 5 y un 10% de la población es estrictamente heterosexual u homosexual. Y visto, reconocido y aceptado que alguna vez me ha atraído alguna mujer, puedo considerarme del otro %, en el que la bisexualidad va de menor a mayor grado, aunque en esa escala siempre hay un sexo por el que se tiene preferencia.
Más allá de datos e informes, mejor para mí. El placer se duplica y las posibilidades de encontrar pareja también, pues no solo te cierras a un sexo en exclusivo. Básicamente lo que opino es que en el momento en que me sienta atraída por una chica no me lo tengo que tomar a pecho ni considerarlo algo raro ni nada fuera de lo normal porque, en realidad, es mucho más normal que ser 100% heterosexual u homosexual, y cuanto antes lo aceptes, mejor. Estoy abierta a todas las posibilidades, sólo eso.
Pero llegar a un estado en el que digas "bien, me gusta una mujer" y no sentirte rara, y no sentir que por decirlo eres más tonta o desviada, es un largo y difícil camino. Tienes que superar vergüenzas, tabúes y opiniones de gente que va a a empezar a pensar "ostras es verdad, el otro día pasó una chica por ahí y ella dijo 'mira que chica más guapa', seguro que le puso". Si, seguro que ahora es bajar a la calle y voy a estar todo el día cachonda, rodeada de hombres y mujeres.
Sin ir más lejos, las reacciones de ayer fueron grititos, miradas fijas clavadas en mi intentando asimilar lo que decía, comparaciones con una profesora lesbiana y ecofriendly que tuve y alusiones a mis fotos de Instagram, las que subí que ponían "apaga la tele, enciende tu clítoris" o "mujer, conócete: mastúrbate".
Había gente que se extrañaba de que subiera esas cosas, y lo relacionaban con lo que acababa de decir. Puede que al reconocer que pueda que algún día me guste una tía me de derecho a subir fotos de temas sexuales, of course. Error, no confundamos mi orientación sexual con los mensajes que lanzo de vez en cuando.
Se que no he sido ni soy la única a la que le ha pasado esto y es más fácil encontrar testimonios en Internet que en la vida real, pero me gusta hablar de estos temas de forma abierta y sin tapujos (pero de forma normal, nada de ser bastos) por si alguien se siente raro, sea de la manera que sea con su sexualidad género, que sepa que no tiene nada de raro.
Si no somos nosotros mismos en la medida en que podemos, no estamos siendo un poco hipócritas, ya no con el resto, sino con nosotros?
No pienso para nada que mis amigos me vayan a querer más o menos por lo que dije ayer, ni muchísimo menos me voy a enfadar por las reacciones (un poco tontas eso sí) de ayer. Porque en el fondo, los entiendo. La heteronormatividad es lo que manda.
¿Y que es la heteronormatividad (o heterosexualidad obligatoria)? Es el modelo de relación sexoafectiva más aceptado, más común, más normal. Básicamente, es lo que encaja. Eres mujer y estás buena y no vistes de leñadora: eres heterosexual. Eres hombre y estás bueno y no vistes exageradamente bien: eres heterosexual. Y no te salgas de ahí.
Bien, pues yo no encajo. Entre otras cosas porque se que no soy lesbiana pero también se que no soy 100% heterosexual. ¿Y qué soy? Bueno, pues más bien quién, para empezar soy Laura y soy normal (que no mediocre). Y ya está, más allá de quien me guste o me deje de gustar sigo siendo la misma. Lo que sí que me parece absurdo en la sociedad de hoy en día es ir dando a la gente explicaciones sobre tu orientación sexual. Es como si tuvieras los ojos azules y tuvieras que saberte todos los procesos genéticos por los que ha pasado tu cuerpo para llegar a tener ese color de ojos. Estúpido.
Mis recomendaciones para todas aquellas mentes cerraditas en el sexo de estos tiempos son básicamente dos medicinas: leer y ver cine sobre sexo. El simple hecho de ver que hay cosas más allá de meter un pene en una vagina te hacen ver el tema de otra manera.
Tener curiosidad y fomentarla es fundamental para que la gente se informe y se interese por lo que pasa en sus camas y en sus cuerpos. Ver que no todo es bonito, que hay problemas con el sexo y con prácticas sexuales, su evolución y aceptación a lo largo de la historia y sus sociedades y todos los temas que se derivan de este es añadir más cultura general a tu vida y sólo tiene aspectos positivos.
Os recomiendo leer algo de Freud, la película (o el documental, que también está chulo) sobre el informe Kinsey y algo sobre la teoría Queer para empezar. Ah, y dos blogs maravillosos:
BlogEros y yofollécontigo.com. Y masturbaros, claro ;)
Comentarios
Publicar un comentario