El trabajo, el dinero y la manzanita de Newton.

Se que es tarde (1:37 tachaaan) o al menos lo suficientemente tarde como para no estar lo suficientemente lúcida para escribir del todo bien, pero da igual.

Yo tengo unas reflexiones y como vi en un documental en la tele, a altas horas de la noche, si permaneces despierta, tu mente ya no tiene un filtro por el que pasar las ideas y entonces pasa todo, buenas o malas. Y con suerte (y normalmente es lo que pasa) se te dispara la imaginación y tienes pensamientos espontáneos.

Bueno. Hablemos de la nueva dimensión que se ha habierto en mi vida, o más bien faceta. Faceta a la que me estoy intentando acostumbrar y como no, como es nueva (y todo lo nuevo llama la atención) pues da para reflexionar un rato. Pero ya me estoy yendo por los montes. A ver. El trabajo.

Lo que acabo de pensar sobre el trabajo, la primera definición que se me ha venido a la cabeza es actividad que haces que no tiene nada que ver con lo que quieres hacer o para lo que has estado preparándote toda la vida. 

¿No lleva eso a la frustración? Pensar que voy a vestirme de muñequito infantil para estar callada durante dos horas dando abrazos a los nenes es bien (porque no es algo extremadamente complicado) pero ¿alguien querría dedicarse a eso toooooda la vida?

Alguien que, como yo, estudia una carrera y se gasta una pasta en apuntes de reprografía, en libros, en material de clase en general, en la matrícula y en pagar la vagancia en forma de asignaturas suspendidas (pero un fallito lo tiene cualquiera)... o mejor aún, alguien que gasta su tiempo de vida, que sacrifica su tiempo y esfuerzo y concentración en sacarse una carrera, a que santo va a querer trabajar de comercial?????? (No estoy acostumbrada a poner tantos signos de interrogación pero esto lo merecía, por el tamaño de mi sorpresa)

Con lo bonito que es estar delante de un libro y estudiar y reflexionar y sentarse luego delante de un ordenador a soltar gilipolleces que tú consideras importantes... ¿quien quiere ir de casa en casa a decirle a los abuelos que están pagando más en su factura de la luz?

¿Quien quiere, con 20 años, sacrificar 4h todas las santas tardes teniendo un libro empezado, un proyecto sobre recogida de documentos de skinheads empezados, una carrera empezada, un proyecto sobre un diario de frases ilustradas y un montón de gente a la que querer alrededor suya?

Repito lo que oí a Mujica en un vídeo de LaSexta: cuando ganamos dinero, o mejor dicho, cuando lo gastamos, en realidad gastamos tiempo de vida. El dinero es sólo un material. El material que nos dan al gastar nuestro tiempo de vida en obtenerlo para luego gastarlo en bienes y objetos materiales. 

Se me acaba de ocurrir una idea, y me siento como Newton cuando le cayó la manzanita a la cabeza, si es que no fue una piña. Y quizás (quizás no, seguro) esta idea la tuvo alguien antes pero me da igual, la cosa es que he llegado a ella yo sola.

¿Y si eliminamos el intermediario? Y si invertimos y gastamos el tiempo de vida directamente, sin dinero de por medio. Si lo que cuenta es el tiempo de vida, olvidémonos de que nos paguen esa inversión que hacemos en trabajos que no nos gustan o que nos gustan pero oye, no haría falta que nos pagasen. 

Yo invierto mi tiempo de vida en ti y tu en mi, y todos en todos. Y se acabó el dinero, se acabó la corrupción, se acabó el capitalismo. Reestructura del sistema económico de manera radical. Oye que bonito todo. Una vez releido ya se por qué me dicen que vivo en el mundo de  Yupi. Y yo les digo que ellos viven en el mundo real, y aquí, en el mundo de Yupi, eso es un insulto.

En fin, eso es todo por hoy a cerca del trabajo. Tengo que escribir más entradas, dos para ser exactos. Una sobre por qué miento a los demás y otra sobre que soy feminista desde hace más tiempo del que pensaba. 

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